Blog de Derecho InmobiliarioTodasVenta de inmuebles en España

14 de septiembre de 2015

¿Cómo vender tu inmueble en España?

Si usted es extranjero no residente y quiere vender su propiedad en España, debe tener en cuenta que existen algunas especialidades en cuanto a los tributos que debe liquidar.

Básicamente son dos los tributos que gravan la venta de un inmueble por un no residente: el Impuesto sobre la Renta de los No Residentes (IRNR) y el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, conocido como Plusvalía.

Conoce los tipos de gravámenes

 

El IRNR es el impuesto que grava la ganancia obtenida entre la compra y la venta del inmueble, por ello, la base del impuesto es la diferencia entre los valores de transmisión y de adquisición.

Se liquida en dos etapas: en una primera fase el comprador debe retener el 3% del precio en el momento de la compra e ingresarlo en hacienda en el plazo de un mes. El comprador tiene que entregar al vendedor inmediatamente el justificante de dicho ingreso.

En la segunda fase, el vendedor deberá liquidar el ingresar en Hacienda la cuota del impuesto, resultante de aplicar la tarifa sobre el importe de la ganancia, deduciendo la cantidad retenida.

En caso de que no haya habido una ganancia, sino una pérdida patrimonial, el vendedor tiene derecho a solicitar a Hacienda la devolución del importe de la retención.

El tipo de gravamen del IRNR es el 20% en el año 2015 y el 19% en el 2016.

Por lo que respecta a la Plusvalía, es un tributo que grava el incremento del valor del terreno entre el momento de adquisición y el de transmisión. Debe liquidarse y abonarse en los 30 días siguientes a la venta. Normalmente es el comprador quien tiene esta obligación pero, en el caso de que el vendedor sea un no residente, la obligación se transfiere al comprador, como sustituto de aquél, por lo que también se suele retener el importe del tributo del precio de la compra.

Si usted es extranjero y ha decidido vender su propiedad en España, es aconsejable que esté debidamente asesorado por un abogado experto en la materia, quien le ayudará en el cumplimiento de las obligaciones legales, evitando futuras reclamaciones.